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Composición, funcionamiento y duración de un sensor electroquímico de un alcoholímetro

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Un sensor electroquímico de un alcoholímetro está compuesto por varios elementos clave que permiten la detección y medición del alcohol en el aliento. Su funcionamiento se basa en una reacción química que genera una corriente eléctrica proporcional a la concentración de etanol.

Componentes principales:

  1. Cámara de reacción
    • Es el espacio donde se introduce la muestra de aliento.
    • Suele estar diseñada para dirigir el flujo de aire hacia el sensor de manera controlada.
  2. Electrodos
    • Ánodo y cátodo: Son generalmente de platino o una aleación de metales nobles.
    • Facilitan la reacción de oxidación del etanol en presencia de un electrolito.
  3. Electrolito
    • Es una solución líquida o en gel (usualmente ácido sulfúrico diluido o una sal conductora).
    • Permite el movimiento de iones durante la reacción química.
  4. Membrana selectiva
    • Filtra compuestos no deseados y permite que solo el etanol llegue al electrodo de trabajo.
  5. Circuito de conversión y procesamiento
    • Convierte la corriente generada en una señal eléctrica interpretable.
    • Un microprocesador analiza la señal y calcula la concentración de alcohol en sangre (BAC).

Proceso de medición:

  1. El usuario sopla en el alcoholímetro.
  2. El etanol en el aliento reacciona en la superficie del ánodo, oxidándose a ácido acético y liberando electrones.
  3. Los electrones fluyen a través de un circuito hacia el cátodo, donde se combinan con oxígeno para formar agua.
  4. La corriente generada es proporcional a la cantidad de etanol presente, lo que permite calcular el nivel de alcohol en sangre (BAC).

Este diseño hace que los sensores electroquímicos sean altamente precisos y confiables, razón por la cual se utilizan en alcoholímetros profesionales y de uso policial.

La vida útil de los sensores electroquímicos de los alcoholímetros varía dependiendo de varios factores, como la calidad del sensor, la frecuencia de uso y el mantenimiento. En general, se estima que estos sensores tienen una vida útil de 1 a 5 años en condiciones normales de uso.

Factores que afectan la vida útil:

  1. Frecuencia de uso: Un alcoholímetro usado con mucha frecuencia puede desgastarse más rápido.
  2. Calidad del sensor: Modelos de alta gama suelen durar más tiempo.
  3. Condiciones ambientales: Altas temperaturas y humedad pueden afectar su rendimiento.
  4. Mantenimiento y calibración: La falta de calibraciones periódicas puede reducir la precisión y la vida útil del sensor.

Signos de desgaste:

  • Lecturas inconsistentes o poco precisas.
  • Tiempo de respuesta más lento.
  • Necesidad de recalibraciones más frecuentes.

Para maximizar su duración, se recomienda seguir las instrucciones del fabricante y realizar calibraciones periódicas, generalmente cada 6 a 12 meses.