Un alcoholímetro con impresora es un dispositivo que combina las funciones de un alcoholímetro, utilizado para medir el nivel de alcohol en el aliento de una persona, y una impresora, que permite generar un informe o comprobante impreso con los resultados de la prueba.
El funcionamiento de un alcoholímetro con impresora es similar al de un alcoholímetro convencional. El dispositivo utiliza tecnología de sensores para detectar el contenido de alcohol en el aliento de una persona. Estos sensores pueden ser electroquímicos o basados en infrarrojos, y su precisión puede variar según el modelo y la calidad del dispositivo.
Cuando se realiza una prueba de alcoholemia, la persona sopla en el dispositivo y este mide el nivel de alcohol en su aliento. Dependiendo del resultado, el alcoholímetro mostrará una lectura en su pantalla y, en el caso de un alcoholímetro con impresora, también imprimirá un informe detallado con los resultados de la prueba.
¿Qué es un alcoholímetro? ¿Qué alcoholímetro debo comprar?
Los alcoholímetros son dispositivos de tipo electrónico o químico-desechables que permiten medir el nivel de alcohol en sangre en base a una muestra de aire espirado.
Los alcoholímetros químicos (de tipo desechable) ofrecen lecturas aproximadas. Detectan la concentración de alcohol en sangre en unidades mínimas desde niveles de 0.2% BAC, lo que se traduce en una concentración de alcohol en aire exhalado de 0.1 mg/L. La coloración del reactivo que se encuentra en el interior nos muestra la lectura de la prueba. El reactivo indica el nivel de alcohol por escala cromática, a mayor intensidad mayor concentración del alcohol.
Por otra parte, encontramos los alcoholímetros electrónicos. Éstos miden el nivel de alcohol en sangre sobre una muestra de aire espirado. La lectura es más precisa y se puede ver en su pantalla digital en uno o varios formatos de medida en función del equipo. La clave en los alcoholímetros electrónicos está en el proceso por el que se analiza la muestra. Según la tecnología empleada, las prestaciones del equipo varían significativamente.
¿Qué sensores encontramos en los alcoholímetros electrónicos?
Los alcoholímetros económicos, normalmente orientados para uso personal, utilizan sensores semiconductores sencillos. La lectura se limita a los puntos críticos de medida. Estos alcoholímetros son fiables siempre y cuando estén correctamente calibrados y su manteniendo sea el correcto. Presentan importantes desviaciones fuera de los rangos críticos de medida. El intervalo óptimo normalmente se encuentra entre 0.15 y 0.25 mg/L. Fuera del citado intervalo, progresivamente tanto por arriba como por debajo, las desviaciones se hacen más elevadas.
Más avanzados son los sensores electroquímicos que aportan un mayor campo de medición fiable. Su estabilidad en el tiempo es muy superior y el desgaste por uso es mucho menor.
Por último, están los que emplean tecnología infrarroja que utilizan los etilómetros evidénciales (probatorios judicialmente). Los alcoholímetros que incluyen esta tecnología tienen un coste muy elevado para un uso particular o incluso profesional.
Basado en estas tecnologías, se obtienen las siguientes conclusiones:
Rango de medidas: Los sensores electroquímicos son más lineales en los resultados. Además, tienen gran nivel de precisión en un amplio rango de medidas que va de 0.00 a 2.00 mg/L. Por el contrario, los sensores semiconductores son precisos sólo en los rangos críticos de medida comprendidos entre 0.15 y 0.25 mg/L. Fuera de este rango, el margen de error es considerablemente mayor.
Deriva y estabilidad: La deriva mensual de la sensibilidad típica del sensor electroquímico normalmente está por debajo del 0.06%. Sin embargo, en un sensor semiconductor la deriva suele ser superior al 1,5%. Por este motivo, los alcoholímetros con sensor semiconductor requieren plazos más cortos de calibración. En los sensores electroquímicos se aprecia un importante avance en la estabilidad del mismo.
Durabilidad del sensor: El envejecimiento por oxidación del sensor es muy inferior en el modelo electroquímico. Los alcoholímetros con sensor electroquímico tienen una vida útil 2-3 veces superior que los modelos con sensor semiconductor. Estos últimos, al necesitar temperaturas muy altas de funcionamiento, reducen considerablemente su vida útil.
Consumo: El consumo energético de los sensores electroquímicos es 10 veces menor. Con las mismas baterías tiene una autonomía muy superior a la de un alocholímetro con sensor semiconductor.
Tiempo de respuesta: La respuesta de un sensor electroquímico para realizar los test de alcoholemia es hasta 5 veces más rápida que la de un semiconductor. Los sensores electroquímicos pueden realizar muchas más pruebas en un mismo período de tiempo.
Diferentes usuarios, distintos modelos
Por los motivos arriba indicados, a la pregunta ¿qué alcoholímetro comprar? se deduce claramente que un alcoholímetro con sensor semiconductor no debe ser empleado con fines profesionales. Los alcoholímetros con sensor semiconductor están recomendados para un uso eventual (o de bajas repeticiones) para evitar el desgaste prematuro del sensor. Además, el usuario debe saber que se obtiene una información orientativa, sin gran precisión. Es importante recalcar que un sensor semiconductor, una vez utilizado por primera vez, debe ser calibrado 1-2 veces al año en función del uso. Cuando la desviación de las medidas es exagerada, los sensores algunas veces quedan inservibles y deben ser reemplazados.
Por el contrario, un alcoholímetro equipado con sensor electroquímico es un aparato muy superior con prestaciones para uso profesional, médico o incluso indiciarios a nivel policial. Los sensores electroquímicos tienen una vida útil de varios años si se les efectúa el mantenimiento adecuado. Para mantener el sensor en condiciones óptimas necesita calibraciones periódicas en ciclos de 180 a 360 días. En estas calibraciones el sensor es reajustado para que siga manteniendo niveles de precisión superiores al 90%. Es conveniente que las calibraciones se hagan en un laboratorio especializado que conozca los protocolos de mantenimiento específicos de cada modelo.
Alcoholímetro preciso y cómo nos afecta el alcohol
La normativa vigente dice que no se pueden superar los 0,5 gramos por litro en sangre (0,25 mg/L de aire espirado) excepto en los casos de conductores con menos de 2 años de carné o los profesionales, en los que la cifra es de 0,3 g/L de alcohol en sangre, que equivale a 0,15 mg/L en aire.
Pero una misma cantidad de alcohol puede afectar a las personas de diferente manera, y ¡ahí está el problema! Para saberlo con exactitud podemos hacernos una prueba en sangre y analizarla en un laboratorio, o mucho más sencillo, podemos utilizar un alcoholímetro preciso que en base a una muestra de aire espirado pueda determinar el nivel de alcohol en sangre
Abajo acompañamos una tabla orientativa proporcionada por la DGT donde podemos ver cómo nos afecta el alcohol en función de la cantidad, sexo y peso.
* Pero la DGT advierte que la cantidad necesaria
estimada para alcanzar el 0,25 mg/L en ayunas para hombres de 70 kilos es de
1,5 vasos de cerveza, dos copas de vino o chupitos de licor o un combinado.
Para una mujer de 60 kilos, la cantidad baja a un vaso de cerveza, copa y media
de vino, un chupito y medio de licor y ni un solo combinado.
Cuánto alcohol se necesita para alcanzar 0,25 mg/l
Tiempo de paso de los efectos del alcohol
También hay que tener en cuenta que los efectos del alcohol tardan en pasarse un tiempo considerable. En este gráfico podemos ver un ejemplo orientativo de la evolución del proceso en horas. Éste pudiera variar significativamente en función del peso, edad y condiciones físicas de cada individuo. Podría darse perfectamente el caso de que habiendo bebido a las 22,00 h de la noche anterior, diéramos positivo en un control de alcoholemia a las 8.00 h del día siguiente.
Por todo esto debemos contar con un alcoholímetro para proteger la seguridad de los conductores y de los pasajeros. En Adtecso, disponemos de una amplia gama de alcoholímetros de uso personal tanto desechables como digitales, de uso profesional, así como tests de drogas.
El diario ABC se hizo eco de una posible medida que las autoridades están estudiando para evitar el botellón o el consumo desmedido de alcohol entre menores en la vía pública.
La medida en cuestión consistiría en realizar controles de alcoholemia a menores para saber si han consumido alcohol y en qué niveles.
Para realizar dichos controles, los policías podrían utilizar alcoholímetros si sospechasen que el menor ha consumido alcohol o está en estado de embriaguez. Además, si se llevara a cabo dicha medida, los agentes o policías se pondrían en contacto con los padres del menor que hubiera dado positivo tras realizar las pruebas.
¿REALIZARÁN TEST DE ALCOHOLEMIA LOS EXAMINADORES? Hasta ahora en España los controles de alcoholemia se desarrollaban principalmente en nuestras carreteras, afectando a todos los conductores de vehículos, motorizados o no (los ciclistas también son objeto de realizar la prueba) y/o a las personas involucradas en un accidente.
En el ámbito laboral no hay costumbre de realizar tests de alcoholemia, sólo se realizan en ocasiones excepcionales como, por ejemplo, cuando el trabajo a realizar conlleve un elevado nivel de peligrosidad o suponga un riesgo para el trabajador o terceros. Además, el empleador podrá solicitar la realización de una prueba de alcoholemia a un trabajador en el caso de detectar o sospechar que la persona se encuentra en una situación inadecuada para realizar el trabajo, y haya evidencias de consumo de alcohol o drogas.
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